Cuando comencé a leer las hojas de una vieja agenda
me di
cuenta que muchas historias se quedaron calladas
que no han salido del lugar
donde se quedaron
que no han hecho más cosas de las que les hice hacer hace
cinco años
me he quedado pensando en qué hacer con ellos
me da miedo
matarlos
como también me da miedo cambiarlos
e incluso siento miedo de no
acordarme como son en verdad
lo más fácil sería dejar las historias en la vieja agenda
pero nunca me lo perdonaría
es momento, de continuar historias
que dejé abandonadas
y que hoy no temen conocerse entre si.