El milagro de verte (guion)



Escena 1


Una calle de Lima, donde las personas suelen vivir en departamentos con balcones, donde los edificios han reemplazado a las quintas o a los corrales, una calle de la nueva Lima. Son aproximadamente las once de la noche y una pequeña garua comienza a mojar lentamente las calles. 


Por aquella calle no transita casi ninguna persona debido a la hora, a esas alturas de la noche Saulo camina con dirección a su casa, transita por la parte más oscura de la calle con las manos en los bolsillos de su casaca para intentar apaciguar el frio que siente y llega al edificio donde vive.


Escena 2


Abre la puerta que da para la calle calienta sus manos con el humo de su aliento, sube rápidamente hasta su departamento, entra e inmediatamente prende la luz pero con la misma velocidad la vuelve apagar y se detiene pues ha visto algo al frente de su ventana, ha visto que en la casa que está cruzando la calle hay una MUJER y un HOMBRE abrazados, Saulo deja sus llavero que dice “Y están matando el país”, se acerca cuidadosamente a su ventana y comienza a espiarlos tras la cortina por un largo tiempo, de pronto la pareja se da un apasionado beso y es donde Saulo baja la mirada y comienza a llorar, tras quedarse algunos segundos cabizbajo y derramando algunas lágrimas coge su celular, realiza una llamada, se escucha el timbrado del teléfono de la casa donde está la pareja, a través de la cortina ve a la MUJER y al HOMBRE que se dirigen dentro de su departamento para contestar una llamada.


MUJER: ¡Aló! ¿Aló? ¿Diga? ¿Quién habla?

Saulo no sabe que decir y se queda totalmente callado aún derramando algunas lágrimas e inundado por el silencio, cuelga la llamada y se dirige a su cuarto, allí se queda con el silencio, a esperar que la soledad lo aconseje, así sea para bien o para mal, y a esperar que se canse de llorar para poder cerrar sus ojos y se eche a dormir, para olvidar aquella imágen que ha golpeado a sus recuerdos y a su corazón, para olvidar aquella imágen que lo ha hecho llorar, y maldecir aquella noche con llovizna, tan triste como la ciudad del smog.    



El milagro de verte

PARTEI

“El comienzo del fin”

ESCENA 3
Se encuentran ANDREA y SILVIA en un café muy parecido a los restaurantes de “la calle de las pizzas”, el lugar no está abarrotado solo algunos trabajadores de oficina se encuentran tomando café con panecillos calientes, la exclusividad del lugar es lo que le gusta a SILVIA, mientras la otra chica solo la está acompañando pues son amigas que no se ven hace mucho tiempo y conversan intentando recuperar el tiempo perdido.

SILVIA
¿Y ya sabes qué te pondrás para la noche? Mira que como dices tú, conocerás al próximo amor de tu vida.

BETHZABETH
Ay vamos Silvia, no seas exagerada, desde que leíste eso en mi agenda no has parado de joder

SILVIA
 ¿Joder dices? No es mi culpa que escribas tantas huachaferías en tu agenda. Ya bueno, sin rodeos, dime ¿Qué te vas a poner hoy?

BETHZABETH
 Pues mi vestido rosado, creo

SILVIA
¿Enserio no tienes otro? Te pones esa tontería cada vez que sales a cualquier lugar

BETHZABETH
Pues si tuviera algo mejor, créeme que me lo pondría

SILVIA
Te prestaría uno de mis vestidos, pero Saulo debe haber visto todos, no porque siempre salga con él pero está presente siempre que salgo con mis amigos.

BETHZABETH
Vamos Silvia, no lo hagas más complicado, ni que vaya a salir a cenar

SILVIA
Sé nota que no conoces a Saulo, él se fija hasta en el más mínimo detalle de la ropa de otra persona

BETHZABETH
¿Enserio? Ay estoy perdida

SILVIA
No mentira, anda como se te de la regalada gana, Saulo no mira eso, ese día solo se vistió bien porque le dije que irías.

BETHZABETH
¿Qué le dijiste qué?

SILVIA
Creo que no debí decir eso, de todos modos anda como puedas, si solo lo recogerás a la salida de su trabajo. 

BETHZABETH
Está bien

SILVIA
Dios mio, que sana eres, enserio nunca olvidaré esa vez cuando todavía estábamos en el colegio que hicimos que vayas a tu casa para ponerte el uniforme cuando teníamos que ir con buso, ya ni recuerdo la excusa que te dijimos, pero caíste.

BETHZABETH
Silvia, ya cállate, ya vámonos que se nos está haciendo tarde.

SILVIA
Sí, sí, yo tengo que ir a trabajar y creo que ya es tarde para que ingreses a tu clase.

Ambas chicas se paran, SILVIA toma el último sorbo que hay en su taza de café y lo deja en la mesa, ambas dejan encima de la mesa lo que deben por el desayuno y llaman al mozo para que recoja lo que ellas dejaron, salen del local y van juntas hasta la pista.

SILVIA
Entonces si puedo te veo en la noche

BETHZABETH
Está bien Silvia cuídate, tal vez nos vemos

SILVIA
Le diré a Saulo que la esperas en la noche, te veo muy emocionada.

Se dan un beso en la mejilla en modo de despedida, y mientras una toma el camino a la derecha, la otra lo hace para la izquierda.
 

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